No había tenido oportunidad de probar la crema ganadora del concurso que hizo Alacena para su nuevo lanzamiento…
Recién este domingo encontré el empaque pequeño. Así que me lancé a probar la crema Huancaína portátil.
A quién no le gusta la idea de una crema Huancaína lista para comer, para un soltero es bastante agradable y hasta cierto punto emula la necesidad que atendió el lanzamiento de la mayonesa hace varios años.
¿Cómo evaluar una crema? Es decir, una crema no se come sola (la mayoría de las veces) sino acompañando una papa o unos tallarines (que fue mi caso). Otro aspecto es que no hay una receta mayormente aceptada. Además, pertenezco al grupo de los que confunden la Ocopa con la Huancaína, si no fuera por este producto no me hubiera visto en la necesidad de buscar un artículo en internet sobre las diferencias.
En general me gustó, me pareció práctico, con un picante atractivo (ligeramente superior al archiconocido ají de pollería de Metro o Wong). Me gustó a tal punto que se puede comer con galletas. No hice la prueba con tequeños pero creo que irá bien.
Una amiga me dijo que no le gustó porque sintió un sabor a mantequilla, en mi caso no tengo problemas con las cosas grasosas. Para mi esta más que bien.
No hace falta un comercial para esta crema puesto que ha nacido como iniciativa de los votos de los seguidores en Facebook, ya tiene cerca de 4600 “me gusta” y muy buenos comentarios por lo que esta buena iniciativa de co-creación es un éxito desde mi punto de vista. Si tuviera que imaginar cuál es el insight de esta crema diría “soy tu cómplice en la mesa, tú pones la comida y yo la compañía”.
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